Estudios especializados
El catedrático de Sociología y miembro del Instituto de Política y Gobernanza de la UC3M, José Antonio Gómez Yáñez, explicó que el objetivo de esta investigación era analizar “de forma real y comprobable” la relación entre la sociedad española y el juego. Esto con los recientes restricciones ha sido un tema que ha causado mucha fricción.
“El juego es objeto de mucho debate, como muchas actividades productivas, lo que hace hincapié en la necesidad de este tipo de estudios que aporten una visión objetiva, basada en datos, para la opinión pública, administraciones y medios de comunicación. Se trata de ofrecer datos reales y actualizados sobre el juego como parte de los hábitos de la sociedad española”.
“Hay que decir que la gran mayoría de los que tocan lo hacen de manera responsable, saben que tiene un costo, como entrar a un espectáculo”.
Alejandro Landaluce, director ejecutivo de la asociación industrial Consejo Empresarial del Juego (Cejuego), agregó: “Los gobiernos están cada vez más preocupados por un nivel potencialmente inapropiado de participación en el juego en la sociedad y nosotros, como representantes del sector, compartimos estas preocupaciones.
“Por ello, apoyamos este tipo de estudios científicos que nos permiten conocer la realidad del comportamiento social hacia el juego, más allá de las percepciones individuales o colectivas, para actuar en aquellas áreas que sean necesarias dentro de nuestra responsabilidad”.
Resultados
El estudio mostró que la mayoría de la población participa en juegos de lotería basados en sorteos, con 25,8 millones de jugadores participando en la Lotería de Navidad; 14,5 m en la Lotería de El Niño; 14 millones en Loterías Primitiva y 8,5 millones con juegos rasca y gana de la marca ONCE.
Se demostró que las tarjetas rasca y gana ONCE son la forma de juego de más rápido crecimiento por segundo año consecutivo, con un 9,9% de la población jugando. También es el producto que atrae al público más joven, con un 50,5% de sus jugadores menores de 35 años.
De los 6,5 millones de personas en España que han visitado casinos, bingos y salas de juego, o han apostado en una máquina en un bar, la demografía de estos jugadores es muy variada. Las edades de los participantes oscilan entre los 18 y los 75 años y pertenecen a todos los grupos sociales.
En 2019, 2,2 millones jugaron en casinos, 2,4 millones en salas de bingo, 3 millones en salas de juego y 1,5 millones en máquinas recreativas tipo B en lugares de hospitalidad.
En línea, el gasto en juegos de azar asciende a menos de 800 millones de euros al año, lo que representa el 7,7% del gasto total en juegos de azar en 2019. La encuesta encontró que 5 millones de clientes jugaron en línea al menos una vez al año, con un promedio de 630.000 jugadores mensuales. De estos, solo 300.000 jugaban online con regularidad, lo que representa el 0,9% de la población adulta.
Se encontró que el grupo demográfico principal en línea eran los hombres de entre 26 y 35 años, que representan el 34,4% de los jugadores en línea, sin embargo, el grupo demográfico en su conjunto es muy variado.
El estudio muestra que si bien los jugadores de lotería se sienten atraídos por la posibilidad de ganar un premio mayor, quienes buscan socializar, interactuar con otros o demostrar su habilidad y habilidad utilizan otras modalidades de juego.
El renglón problemático
Cejuego afirma que dado que los jugadores problemáticos constituyen el 0,3% de los jugadores, es imposible afirmar que exista un problema de juego en la sociedad española, a pesar de los continuos esfuerzos del actual gobierno por afirmar lo contrario.
Esto ha visto el desarrollo de nuevos controles publicitarios más estrictos, y el ministro de Asuntos del Consumidor, Alberto Garzón, se comprometió la semana pasada a intensificar aún más los controles.
Esto certifica la existencia de dos posturas diametralmente opuestas en la que ninguna quiere dar su brazo a torcer por ningún motivo.
